Borracho de alegría.

Tema: Borracho de alegría. Dom Feb 17, 2013 7:26 pm

Del Potro derrotó al francés Benneteau por 7-6 y 6-3 y consiguió en Rotterdam, Holanda, su 14° título ATP. Juan Martín aprovechó el adiós temprano de Federer para quedarse con su cuarto logro bajo techo y aparecer con todo su esplendor.

Ni siquiera dio para darle un matiz épico la sangre que comenzó a brotar desde el orificio derecho de su nariz. Es más, simplemente dio para frenar su arremetida, permitir el ingreso de la doctora y la humorada de un Benneteau que ya conocía el final del cuentito. “¿Stop?”, le dijo el francés al juez principal, soñando con una suspensión, con el título por abandono. Pero, con la chapa del 5-3 en el segundo set, no había vuelta atrás. Con un tapón de algodón y todo, Juan Martín clavó cuatro puntos seguidos para cerrar con ace nuevo título, el 14° en su carrera, y el cuarto bajo techo después de un tenis de primerísimo nivel que se vio en una hora y 37 minutos. Fue un 7-6 (7-2) y un 6-3 para celebrar borracho de alegría. Ahora lo separan apenas 75 puntos de Tomas Berdych, 6° mejor rankeado.

La historia había arrancado complicada, con quiebre y todo del galo. Parecía dura la cosa, más teniendo en cuenta el antecedente del largo parate y, más en lo mediato, el nivel de los cuatro partidos en Holanda. Sin embargo, Delpo lo dio vuelta a tal punto que, con el 5-4 en el bolso, durmió a tal punto que debió llevar la primera manga al tie break. Y allí destapó su nivel con un demoledor 7-2 que supo estirar pocos minutos después. Fue así el tandilense quien quebró de entrada en el segundo set y desfiló con mucha sabiduría. Tuvo cuatro match points y ni la sangre logró pararlo hasta el triunfo.

“Tengo que felicitarlo a Benneteau por la gran semana y le deseo lo mejor para el resto de la temporada. Estoy lejos de casa pero me hicieron sentir muy a gusto, sentí el apoyo y el aliento de todos ustedes. Quiero dedicárselo a la gente que esta acá acompañándome, a mi equipo, a mi familia, a mis amigos de Argentina, que saben lo difícil que es conseguir esto. Muchas gracias por estar siempre”, fueron sus palabras en el centro del estadio, micrófono en mano, de acá para allá. Siempre sobrio, pero borracho de alegría.